- Mami, ¿vamos a volver a España algún día?- pregunta Currito tirado en el
suelo mientras contempla el techo.
- Claro Currito, volveremos a Madrid. Cada vez falta menos - le respondo.
Mientras, Currita nos observa desde el sofá muy atenta, con los ojos muy abiertos y desmontando galletas Oreo.
Como veo que Currito no se ha quedado muy convencido con mi respuesta, me
voy al suelo con él a mirar el techo, y entonces confiesa:
- Es que a veces me acuerdo mucho de Paquita y de los primos y de los
abuelos y de mis amigos. Me gustaría estar allí…
- A mi me pasa lo mismo, Currito. A veces me gustaría mucho estar en
España, pero cuando me pasa me pongo a pensar en la suerte que tenemos de estar
aquí. Pienso en los nuevos amigos, en la playa, en el buen tiempo, en lo bien que
has aprendido inglés, en tu equipo de fútbol…, y así se me pasa.
Y de repente Currita se levanta corriendo del sofá y aparece al ratito con
la camiseta de la selección española puesta (al revés), un balón y dice:
- Vamoz Currito, yo juego contigo al fútbol. Azí ze te olvida Ezpaña y
todo. Pero no me dez fuerte que me hazez pupa.
Y así, me quedo sola mirando al techo, pensando en lo lista que es Currita y en la suerte que tengo…