viernes, 31 de enero de 2014

Valentina

Valentina llegó a Miami desde Cuba hace ya 25 años. Dice que dejó atrás un marido cabreado y un país de mierda. Que lo único que echa de menos es a su madre y la alegría de la gente. Que allí los enseñan a menear el culo desde pequeños y no les hacen falta grandes alegrías para ponerlo en marcha. 
- Ya desde bien temprano en la mañanita nos gusta moverlo, porque el meneito te despereza el alma - dice.

Valentina trabaja en el edificio en el que vivo limpiando el lobby o lo que le manden. Se ríe como una loca y grita mucho cuando habla porque dice que hay que animar el cuerpo a los de aquí, que no tienen sangre en las venas y al oír un grito se alborotan.

En seguida nos hicimos amigas. Me encanta cruzarme con ella y que me llame “la española", como las aceitunas, y que me cante:
- La Habana es Cai con más negritos, Cai es La Habana con más salerooo.

Algunas veces la he preguntado sobre como llegó a Miami y siempre me dice lo mismo:
- Estas largas piernas que el Señor me dio me trajeron hasta acá. De sólo dos zancadas llegué a Los Estados Unidos - dice mientras se sube la falda para que las veas.
Y girándose mostrando el culo continua la explicación.
- Pero por si acaso, también me dio este enorme trasero que me pudiera hacer flotar en el océano en caso de necesitarlo.
Y se ríe a carcajadas enseñando su descuidada dentadura.

Trabaja 10 horas diarias de lunes a domingo para mantener a sus 4 sobrinos, a su madre y a algún familiar más que, como ella dice, le sacan la sangre con más descaro que una sanguijuela.
Vive en una casita pegada al aeropuerto con su novio y un montón de perros. Dice estar loca por ese hombre. Que cuando llega a casa en su coche, antes de bajarse, se acicala en el espejo interior cepillando su melena y pellizcando sus mejillas para que no se note el agotamiento que trae en el cuerpo. Y al bajarse, deja atrás la porquería que ha limpiado y comienza a menear la cadera para hacer una entrada triunfal. 
Él la espera con la cena en la mesa y cuando escucha su coche, sale a su encuentro agarrándola por la cintura mientras bailan. Así se saludan todas las noches.

Algunos días le cuesta disimular el cansancio, dice que los años pesan, pero que mientras mantengas alejadas a las penas y actúes siempre con el corazón, los males del cuerpo los cura el colorete, un buen ronsito y la mano de su amor. 
Sabia Valentina…



martes, 28 de enero de 2014

Mea burro

A mi me importa un pito que mis cachorros se aburran de vez en cuando. No soy de las que los mato a actividades después del cole. Currito hace karate los martes, y fútbol los jueves y Currita no hace nada. El resto de los días al parque o a casa.

Así que, cuando alguna tarde los veo bostezar aburridos, me mola.
- Mamiiiiiii, me aburroooo, dice Currito tirado en el suelo.
- Pues no te aburras, respondo convencida.
- ¿Y qué hago?
- Juega a algo.
- Es que no se a queeeé, contesta mientras decide que hacer con el moco que se acaba de sacar.
- Yo tampoco, le digo pasándole un pañuelo.

Me recuerdo mucho a mi madre cuando digo eso, aunque lo suyo era peor:
- Mamá me aburro.
- Pis pis caballito, hija. Sólo se aburren los tontos.

Y se quedaba tan ancha ¿Pero cómo que pis pis caballito? Me mataba la rabia porque no lo entendía, y porque al final me tocaba buscarme la vida sin la ayuda de nadie. Además, si sólo se aburren los tontos yo debía ser una campeona en el terreno de la estupidez.

Volviendo a Currito, me gusta ver como, después de probar con todas sus armas para conquistarme,  finalmente desiste y se ha puesto a pintar, o se ha montado con su hermana una cabaña debajo de una manta o un aparcamiento a los pies del sofá. Me parece mas sano. Aburrirse agudiza el ingenio.
Currita de momento no se aburre nunca. La última moda es meter tooodos sus juguetes en mierdabolsas de supermercado y colgarlas por donde pilla. Cualquier picaporte o silla le sirve. No sé cual es el fin ni que pretende, lo hace y punto.

Hoy en día aparte de juguetes y cuentos tienen ordenador, tablet, consola, móvil, tv, ¡de todo! Y sinceramente, creo que se aburren más que nunca. 
Y hablo en general porque mis cachorros aún son muy pequeños y no tienen ni consola. Que para vivir en este país, Currito es un bicho raro. Debe ser el único niño de todo Miami que no tiene una. Y ni la va a tener, que salga a correr a la calle, o que haga un puzzle.

Seguro que todos los días se inventa algo nuevo en algún rincón del mundo para no aburrirse, pis pis caballito. ¡Que razón tenía mi madre!



viernes, 24 de enero de 2014

God bless America, ¡Qué viva España!

El rojo y el azul. El rojo y el amarillo. Currito está hecho un lío.
El domingo pasado llevamos a los cachorros al circo y cuál fue mi sorpresa cuando, justo antes de empezar el espectáculo, apagan las luces y aparece bajo un foco enorme, una menda estupenda en paños menores, subida en un elefante y agitando una bandera de Estados Unidos más grande que el bicho que la transportaba. Luces azules y rojas por todas partes y de inmediato todo el público, incluidos mis cachorros, se pone en pie con la mano en el pecho cantando el himno del país.
- ¡¡Cómo en mi cole!! ¡¡Honrando a la bandera!! gritaba Currito emocionado.
¿Mandé?

Y es que, antes de empezar las clases, todos los días, lo primerito es honrar la bandera cantando el himno. Da igual que tengas 5 años o 3. Ya luego si hay ganas nos ponemos con las letras y las sumas, que lo primero es lo primero.
Que no es que me parezca mal, pero reconozco que lo del circo me dejó con la boca abierta. Con la boca abierta pero en pie con la mano en el pecho. Y al rato todos tan contentos viendo a los payasos y a los tigres, como si nada.


Y Currita no se queda atrás, que la última vez que volamos a España, mientras pasábamos el control de pasaportes en el aeropuerto, iba en su carrito entonando a grito pelao “¡¡¡God bless América!!!” No podía estar en mejor sitio porque todos los polis la miraban orgullosos riendo. ¡Así pasamos jamón y lo que haga falta!

La cosa es que a pesar de todo Currito ha forrado con pegatinas de la bandera de España todo lo que se le ha ocurrido, incluido coche, bicis, triciclo de Currita, la puerta de casa y si me apuras se pone una en la frente.

La picha hecha un lío, vamos.

miércoles, 22 de enero de 2014

¡Premio!

Feliz como una perdiz y por partida TRIPLE. ¡¡Qué si!! ¡¡Qué se me han acumulado tres premios!! Estas tres súper blogueras se han acordado de una servidora y a mí me han alegrado el mes:

La sonrisa de LuUna mamá muy felizLa sonrisa de Miniyo 

Así que no me hago más de rogar y arranco a contestar las preguntas que me propone La sonrisa de Miniyo:
1-¿Qué persona famosa/conocida te gustaria que fuese seguidor tuyo?
Elvira Lindo
2-¿A qué blogger te gustaria conocer personalmente?

Una mamá muy feliz,  Rural Baby Project y a  La sonrisa de Miniyo.
Son mis seguidoras!!
3-¿De qué blog no te pierdes un post?
Tantos…
4-¿Cuál es tu mejor momento del día para dedicarlo al blog?
Por la mañana, mientras desayuno.
5-¿Cuál crees que es tu mejor post?
La verdad es que no tengo ninguno favorito. Puede ser que me gusten mas los del principio, quizá porque aún tenía algo de "miedo escénico" y ver que gustaban me daba SUBIDÓN!
6-El post más divertido que recuerdas haber leido... es del blog?
Es de Como no ser una drama mamá, no me acuerdo del título pero hablaba sobre las reacciones de su madre cuando llegaban tarde a casa, es genial. Muy recomendable.
7-El post que más te ha emocionado...es del blog?
Mini yo de la Sonrisa de Mini Yo
8-¿Por qué decidiste escribir un blog?
Para mí es como un cuaderno de bitácora donde cuento mis batallas con mis cachorros y mi nueva vida en Miami.
9-¿Qué te ha sorprendido de tener un blog?
Que me encanta escribir.
10-¿Le enseñas a alguien los post antes de publicarlos? En caso afirmativo A quien?
Los primeros a mi marido pero ya hace tiempo que no.
11- No puedes pasar un dia sin…?
Sin tomar café, o sin leer el periódico
Y ahora me toca a mi premiar:

Rural Baby Project

¡Mil gracias por tanta compañía!

martes, 21 de enero de 2014

Sábado con niños / Sábado sin niños

SIN:
> Te levantas a las 11. Desayunas durante 1 hora con el periódico y te vuelves a la cama a seguir leyendo. Te quedas frito.
> Sales de la cama, te duchas y te vas a tomar el aperitivo con amigos sin hijos.
> Comes en un restaurante y te quedas 3 horas de sobremesa.
> Vuelves a casa y duermes la siesta.
> Te despiertas y te tiras en el sofá a leer o a ver la tele hasta que te dé la gana.
> Te arreglas tranquilamente para ir al cine y luego tomar algo.
> Ves una peli de mayores y te tomas un copa, o dos, o las que sean.
> Vuelves a casa andando contando las estrellas.

CON:
> Te levantas a las 8.30 como tardísimo.
> Preparas desayunos para todo quisqui. Das desayunos. Te tomas un café.
> Duchas a los cachorros y los vistes. Tratas de ducharte y te mal vistes.
> Sales a la calle habiendo dejado la casa como si hubiesen robado.
> Juegas al fútbol o a lo que sea mientras esperas a que llegue la hora de comer.
> Coméis en un restaurante. Pasados 20 minutos y después de que te hayan tirado una fanta encima y no hayan parado ni un segundo de gritar, metes toda la prisa que puedes al camarero porque no soportas más estar ahí. Te acuerdas de todas las veces que has jurado no volver a un restaurante con cachorros.
> Vuelves a casa cabreado.
> Mandas a los cachorros a dormir la siesta, sabiendo que no lo van a hacer. Te tumbas en tu cama rezando para que se callen y poder descansar un pelín.
> Te resignas, no hay siesta.
> Pones una peli de cualquier petardo de niños capaz de abstraerlos para al menos poder tomarte un café que te despeje.
> Te tomas el café mientras te llaman 37 veces para que vayas a ver la peli con ellos.
> Salís a la calle sin rumbo para que corran y se agoten, pero el que se agota eres tú.
> De nuevo en casa. Preparas cenas. Se la das.
> Juegas 20 veces la última partida al juego de turno antes de acostarlos.
> Los acuestas con la intención de poder cenar con tu pareja mientras ellos duermen.
> Por fin duermen. Te sirves una copa de vino y empiezas a preparar algo sencillo para cenar.
> Justo cuando lo tienes listo, te llaman. Vas. Los tranquilizas.
> Te llaman, te llaman , te llaman, te llaman.
> De repente, te despierta una mano y escuchas: te has quedado dormida.  Estás en la cama con tu hija, es la una de la mañana.
> Te cagas en la leche. Arropas bien a los cachorros. Se te cae la baba. Te vas a tu cama a seguir planchando la oreja.